CON UN MALDITO DOLOR DE CABEZA Y ESCUCHANDO A PORTISHEAD

Guauuuuu!!!
Si no fuera por el dolor de cabeza que me atacó desde las primeras horas de éste día, Portishead me hubiera hecho completamente feliz. Y es que Portishead es una bandototota, he podido escuchar casi todos los discos y siempre quedan ganas de seguirlos escuchando.
El nuevo disco, y como era de esperarse, es una chingonería, para mí, es el mejor disco del 2008, sólo competido por Asian Dub Foundation, que sacó un discaso -como también es su constumbre-.
Creo que el inicio del maratón Lupita-Reyes, va mal, pero yo siempre comienzo como Italia, al principio voy mal, casi elimiado, y al final me recupero y gano, así será este maratón, lo prometo a todas mis fans.
Bueno, les dejo una rolototota de Portishead:


REGLAS DE: AGARRA TU BORRACHO FAVORITO Y BÉSALO

Es un juego milenario, la mayoría de los expertos afirman que es el juego que más puntos karnikos te da en una sola sesión, las referencias más antiguas las podemos encontrar en El Banquete de Platón, sin embargo, por ahora sólo nos enfocaremos en la forma y las variantes con las cuales se juega en nuestros tiempos.
Primera Fase... (La logística).
Antes de comenzar con el jocoso juego se debe:
1. Asistir a un Reven en donde haya material disponible.
2. Delimitar el perímetro del mal.
3. Seleccionar a los posibles participantes.
4. Definir a un ganador.
Segunda Fase... (Ahora sí, a jugar).
1. Agarra a tu borracho favorito y bésalo.
Tercera Fase... (Y ahora qué).
1. Puedes continuar besando a tu borracho hasta que se haga de día.
2. Puedes continuar besando a tu borracho hasta que se le baje lo borracho.
3. Puedes continuar besando a tu borracho hasta que encuentres a otro participante y comiences a jugar con el nuevo seleccionado.
Cuarta Fase... (Para terminar el juego).
1. Simplemente puedes darle las gracias e informarle cuántos puntos perdió o ganó (según sea el caso) y despedirte amistosamente. La alternativa Mala Onda o Mala Copa, perfeccionada por una muchacha de la Facultad de Ciencias Políticas, cuyo nombre mantendré en anonimato, por motivos de miedo ante la perdida de mi vida:
2. Puedes acorralar a tu borracho e insultarlo, injuriarlo, calumniarlo o menospreciarlo, todo esto aderezado con risas y carcajadas de transeúntes que concurren a comer quesadillas con la señito de la esquina.
Quinta Fase... (La cruda moral).
1. La cruda moral evidencia que jugaste excelentemente, no te preocupes, luego se te olvidará o será interrumpida por una nueva cruda moral.
2. La cruda moral se ve disminuida, cuando al siguiente día, haces el recuento de los puntos –que según la LEY KARNIKA- has ganado.
Nota. No hay mejor manera para conseguir puntos sin remordimiento alguno, que el Juego AGARRA TU BORRACHO FAVORITO Y BÉSALO. De ninguna manera, se puede establecer una relación sana, respetuosa y duradera con el borracho seleccionado, así que agarra tu borracho favorito y bésalo “sólo esa vez”.

FISCHER EL LOCO QUE LLEGA, IMPONE Y SE VA.




El gran BOBBY FISCHER, nació en Chicago un 9 de marzo de 1943, aunque vivió casi toda su vida en Nueva York. Comenzó a jugar ajedrez aun antes de aprender a caminar, su comienzo fue totalmente autodidacta, aunque posteriormente tomo clases con Carmine Nigro.

Era uno de esos tíos a los que no les gusta perder, lloraba, pataleaba, se jalaba los pelos, si se daba el rarísimo caso de que en alguna partida llegara a perder -bueno, esto no es literal-.
En 1956 jugó contra el GM Donald Byrne, lo que muchos consideran como “La Partida del Siglo, y se encuentra entre las 100 mejores de la historia. Y así siguió su carrera, más triunfos que fracasos. En 1958 –cuando tenía 15 años y le comenzaban a salir peleas en el coliseo- obtuvo el grado de Gran Maestro, entrando posteriormente a jugar profesionalmente. Cuando logró alcanzar renombre –jajajaja, renombre, a de ser como re-yo o en este caso como re-él-, comenzó a volverse un poco rockstar, pedía completo silencio, que hubiera buena iluminación, no quería fotógrafos ni camarógrafos. -ya aben que la biografía la encuentran en el nuevo dios pagano, el gran Wikipedia-.

En 1963, se publicó la primera clasificación ELO de la FIDE, en donde BOBBY FISCHER y TIGRAN PETROSIAN, aparecían a la cabeza con 2690 puntos de raiting. En 1970 venció a Petrosian 2-2-0 en el torneo URSS vs Resto del Mundo y ganó el Torneo de Ajedrez Rápido de Yugoslavia. También ganó en Zagreb y Buenos Aires.

A los 28 años, el LOCO FISCHER derrotó a leyendas del ajedrez como Mark Taimanov (6-0-0) y Bent Larsen (6-0-0) y Petrosian (5-3-1), y así se clasificó para retar al campeón mundial BORIS SPASSKY.

Antes de llevarse a cabo el torneo, el LOCO FISCHER –como buen rockstar- comenzó con la interminable lista de peticiones: que las condiciones de juego, que los premios, que la luz, que la comida, que cómo se iba a peinar, que agua embotellada, que quesitos para comer, que qué demonios se iba a poner para cada juego, que nadie le hablara, etc, etc, etc.

Fue hasta el 11 de julio de 1972, cuando por fin, se enfrentaron FISCHER Y SPASSKY. El gran BORIS, traía toda la estructura –a la priista- de analistas, GM´s, producción, maquillistas, acarreadores, madrinas, paracaidistas, en fin, todo el apoyo soviético para tal encuentro; por su parte el LOCO FISCHER, sólo llevaba a su mamá y a sus amigos imaginarios.

FISCHER no estaba de acuerdo con nadie, ni con él mismo, a todo le ponía objeción, rechazaba, cambiaba de opinión, renunciaba, y nadie lo entendía –pues claro, FISCHER veía dragones en donde los demás, los verdaderos locos veían mesas y sillas-.

FISCHER estuvo a punto de ser descalificado por llegar diez minutos tarde y no asistir a la ceremonia de colores, la maquinaria Rusa pedía la descalificación, pero el gran PETROSIAN quería jugar. El LOCO FISCHER, solamente fue convencido a través de las miles de cartas de todos sus fans y una petición del secretario de Estado Henry Kissinger. FISCHER tuvo que disculparse con SPASSKY, y así finalmente –esto sería una buena comedia para televisión- comenzó la Final, que ganaría en mejor de 24 partidas.

Y como todo gran LOCO –sólo era para medir-, FISCHER perdió, y como miembro honorario del club CHAPULINKOV, le echo la culpa a las cámaras de televisión. La segunda partida, el LOCO FISCHER llegó cinco minutos tarde, y después descubrió una cámara oculta –cómo, instinto de aquellos que ven más allá de lo evidente-, a lo que respetuosamente pidió que la quitaran, y al no lograrlo, se fue.

Después de este comienzo que evidentemente era para despistar a los rusos, FISCHER por fin decidió jugar como se le enseñó en el club CHAPULINKOV, como machito, LOCO pero machito, y logró igualar el marcador a (2,5 vs 2,5). Finalmente FISCHER derrotó a SPASSKY por (12,5 vs 8,5).

En la cena de clausura dijo que quería jugar muchas partidas y ser un gran campeón. Pero después, sencillamente, desapareció. Desde 1972, FISCHER no volvió a jugar profesionalmente, renunció a defender su campeonato contra el monstruo ANATOLI KARPOV.

¿En dónde estuvo FISCHER? ¿Contra quién tenía que jugar antes de volver? Claramente no nos referimos a Robert Fischer, sino al LOCO FISCHER. Pues nos gustaría imaginar que estaba peleando, luchando contra eso que sólo él veía, viviendo en cada instante una lucha en donde le perseguían y torturaban, también a August Strindberg lo perseguían los electricistas del Infierno excremental, pues FISCHER tenía sus propios perseguidores de su propio Infierno. ¿Esquizofrenia? Más bien, locura de un genio, que llegó, impuso y se fue, un LOCO, un ASCETA, un MAGO, un RENUNCIADOR.

Fue hasta 1992 que regresó a jugar contra SPASSKY, denunciando que el gobierno de EU, le había prohibido jugar, al final, como la primera vez, ganó (17,5 vs 12,5) y recibió casi 4 millones de dólares. Fue condenado por el gobierno de EU a 20 años de cárcel si volvía a su país.

En 1996 Fischer renovó el Ajedrez con su propuesta de Ajedrez Aleatorio Fischer, en el que las piezas mayores se sitúan en posiciones aleatorias en la fila de salida, siguiendo ciertas reglas relativas a los alfiles y las posibilidades de enroque. Existen 960 posibles posiciones de salida, lo cual hace que los conocimientos tradicionales sobre aperturas sirvan de poco a los jugadores de esta variante del Ajedrez.

Y luego, en el 2001 y tras los atentados terroristas a las torres gemelas, FISCHER habló a favor de los terroristas. En el 2004, volvió a lo suyo, regresó a imponerse ente la muchedumbre de cegados, que no entienden, no ven porque hay un algo que no los deja ver y ellos lo permiten, pero FISCHER sí lo veía. Lo detuvieron en Japón por usar uno de esos pasaportes que venden por 300 pesitos en SANTO DOMINGO. Fue encarcelado y paso 4 años en el bote con unos takatakas, en el 2005, el gobierno de Islandia le dio la nacionalidad y un pasaporte para que saliera de Japón. Durante el viaje a Islandia, FISCHER solamente dijo lo que ya todos sabíamos y por supuesto también decimos: George Bush es un criminal, y el presidente de Japón es un bastardo al servicio de los gringos, después los pinche gringos sólo le reclamaban por evasión de impuestos.

En 2006 Fischer telefoneó a un programa de televisión para dar con una jugada ganadora en una partida de ajedrez que se estaba retransmitiendo en directo, dando señales de estar bien.

El 18 de enero de 2008 EL LOCO BOBBY FISCHER murió en Islandia, a los 64 años, número cabalístico para todos los ajedrecistas, con 64 años, tenía el mismo número de casillas que tiene el tablero en donde son infinitas las combinaciones que se pueden hacer, FISCHER jugó millones, y aun así no pudo terminar el juego, al final, siempre gana el tiempo.



MALDICIÓN, NO ME PUEDO DECIDIR.

NINE INCH NAILS vs JOHNNY CASH

Nada que el ser o no ser, el verdadero dilema es Nine Inch Nails o Johnny Cash...

Llevo tres días escuchando sólo esto, ya sabía que era un poco clavado, un poco obsesivo compulsivo, pero ya no puedo, quiero escuchar otras cosas, yaaaaaa!!!

La última vez que me pasó, fuen con el maldito DUBI DUBI DUBI, aunque no había problema, porque la cumbia es la mejor, tampoco fue problemático Johnny Cash o Depeche Mode, la rola esa de Personal Jesus.

Pero ahora necesito ayuda: ¿por quién votas?



NINE INCH NAILS




JOHNNY CASH






HURT


I hurt myself today
To see if I still feel
I focus on the pain
The only thing that's real
...
The needle tears a hole
The old familiar sting
Try to kill it all away
But I remember everything
...
What have I become?
My sweetest friend
Everyone I know
Goes away in the end
...
You could have it all
My empire of dirt
I will let you down
I will make you hurt
...
I wear this crown of shit
On my liar's chair
Full of broken thoughts
I cannot repair
...
Beneath the stains of time
The feelings disappear
You are someone else
I am still right here
...
What have I become?
My sweetest friend
Everyone I know
Goes away in the end
...
You could have it al
lMy empire of dirt
I will let you down
I will make you hurt
...
If I could start again
A million miles away
I would keep myself
I would find a way

FEDERICO GARCIA LORCA A LAS MALDITAS CINCO DE LA TARDE


Ayer volví a leer a Federico García Lorca, una antología de poemas, y me acordé de la plática que García Lorca tuvo con un niño que le leía apasionadamente, el niño le decía que quería comprenderle completamente, a lo que García Lorca preguntó que de dónde era originario, el niño respondió que era de Granada, y García Lorca dijo que entonces ya había una comprensión, pues era Granada el fondo, la raíz de su vida y de su obra.

El poeta, el loco Federico García Lorca nació en 1898 en Granada. Su familia, de clase acomodada –ja, que clasificaciones hacemos- y de gustos artísticos. Desde niño estudió guitarra y piano, aunque a la muerte de su maestro, decidió dejar la música y dedicarse a la poesía. Licenciado en Derecho e integrante de la famosa generación del 27, amigo de Luis Buñuel y Salvador Dalí.

Fue asesinado por el régimen Franquista en los primeros días de la guerra civil. Lorca era un poeta, no un político, aunque su misma alama poética lo llevara a oponerse a cualquier tipo de régimen autoritario. El 19 de agosto, fue arrestado y asesinado de manera clandestina, su cuerpo fue encontrado en la Sierra Nevada.

Considerado por otros poetas, como Antonio Machado o Rafael Alberti, como un grande entre los grandes, debido a su fuerza interpretativa, así como de un profundo conocimiento filosófico y un estilo rico en metáforas pero sin mayores complicaciones.

El tema, el núcleo de su obra toda, es la raíz que ha movido al pueblo español desde tiempos inmemoriales, la vida, la muerte, el fracaso, la frustración, y claro, el yo.

¿Qué era homosexual? ¿Y eso qué?

Lorca decía:

“El poeta que va a hacer un poema (lo sé por experiencia propia) tiene la sensación vaga de que va a una cacería nocturna en un bosque lejanísimo... Delicados aires enfrían el cristal de sus ojos. La Luna, redonda como una cuerna de blando metal, suena en el silencio de las ramas últimas. Ciervos blancos aparecen en los claros de los troncos. La noche entera se recoge bajo una pantalla de rumor. Aguas profundas y quietas cabrillean entre los juncos... Hay que salir. Y éste es el momento peligroso para el poeta. El poeta debe llevar un plano de los sitios que va a recorrer y debe estar seguro frente a las mil bellezas y las mil fealdades disfrazadas de belleza que han de pasar delante de sus oídos. Debe tapar sus oídos como Ulises frente a las sirenas y debe lanzar sus flechas sobre las metáforas vivas y no figuradas o falsas, que le van acompañando. Momento peligroso si el poeta se entrega, porque, como lo haga, no podrá nunca levantar su obra. El poeta debe ir a su cacería limpio y sereno, hasta disfrazado. Se mantendrá firme contra los espejismos y acechará cautelosamente las carnes palpitantes y reales que armonicen con el plano del poema que lleva entrevisto. Hay a veces, que dar grandes gritos en la soledad poética para ahuyentar los malos espíritus fáciles que quieren llevarnos a los halagos populares sin sentido estético y sin orden ni belleza."

Habría que aprender a escuchar esas tres voces demoniacas, a esas voces de daimon que Lorca escuchaba, para después poder luchar por ellas, son las voces por las que vive y muerte un poeta: la voz de la muerte; la voz del arte; la voz del amor.

Antes de ser llevado a su destino final, Lorca gritó este poema:


LA COGIDA Y LA MUERTE

A las cinco de la tarde.
Eran las cinco en punto de la tarde.
Un niño trajo la blanca sábana
a las cinco de la tarde.

Una espuerta de cal ya prevenida
a las cinco de la tarde.
Lo demás era muerte y sólo muerte
a las cinco de la tarde.

El viento se llevó los algodones
a las cinco de la tarde.
Y el óxido sembró cristal y níquel
a las cinco de la tarde.

Ya luchan la paloma y el leopardo
a las cinco de la tarde.
Y un muslo con un asta desolada
a las cinco de la tarde.

Comenzaron los sones del bordón
a las cinco de la tarde.
Las campanas de arsénico y el humo
a las cinco de la tarde.

En las esquinas grupos de silencio
a las cinco de la tarde.
¡Y el toro solo corazón arriba!
a las cinco de la tarde.

Cuando el sudor de nieve fue llegando
a las cinco de la tarde,
cuando la plaza se cubrió de yodo
a las cinco de la tarde,
la muerte puso huevos en la herida
a las cinco de la tarde:
A las cinco de la tarde.

A las cinco en punto de la tarde.
Un ataúd con ruedas es la cama
a las cinco de la tarde.
Huesos y flautas suenan en su oído
a las cinco de la tarde.

El toro ya mugía por su frente
a las cinco de la tarde.
El cuarto se irisaba de agonía
a las cinco de la tarde.

A lo lejos ya viene la gangrena
a las cinco de la tarde.
Trompa de lirio por las verdes ingles
a las cinco de la tarde.

Las heridas quemaban como soles
a las cinco de la tarde.
y el gentío rompía las ventanas
a las cinco de la tarde.

A las cinco de la tarde.
¡Ay qué terribles cinco de la tarde!
¡Eran las cinco en todos los relojes!
¡Eran las cinco en sombra de la tarde!


Y antes de ser asesinado, Lorca preguntaba ¿Y mi LUNA? ¿Dónde está mi LUNA?

Desgarradora LUNA que no estuviste para que Lorca se refugiara en tu blancura en aquella noche de infinito sopor, LUNA de las mil lagrimas de LORCA, LUNA que te negaste a acompañarlo al límite de donde tú eres la eterna esfinge, LUNA, mi LUNA ¿En dónde estarás ahora?



BAS JAN ADER, EL MALDITO QUE CAE



Hablaré de cosas que a veces por casualidad son verdad


BAS JAN ADER, Holandés de nacimiento -1942-, quien alcanzara la inmortalidad en 1975, cuando salió en busca de la promesa, porque lo que sí tenía, lo que le sobraba, lo que evidentemente salía por sus poros, emanaba de su cuerpo completo y llegaba a invadir a los que se encontraran cercanos a él, era su inmensa FE.

Artista –en estos casos, es en donde verdaderamente la definición de artista cobra sentido y se eleva por encima de las ridiculeces mercadotécnicas o de las pedanterías eruditas- LOCO, quien nunca aceptó imposición alguna, ni de la academia de arte, ni de la gravedad, ni de de la inconmensurabilidad del mar, ni de la inmensa tristeza que sentía, ni de Dios, al cual no esperó y se lanzó a su encuentro.

Su primer trabajo –por lo menos del que se tiene registro- fue en la Academia Rietveld, en donde usó un trozo de papel para todo el semestre, cuando terminaba de apuntar lo que debía, borraba todo y volvía a comenzar, sin duda, trabajo de Sísifo, o plena comprensión de aquello que decía Quevedo: “Las palabras se las lleva el viento”.

A los 19 años viajó a marruecos y de allí en un pequeño bote a Estados Unidos, justo antes de llegar a las costas de California, el pequeño bote se hundió, y Ader, decidió quedarse en los Ángeles.

Y pues ya sabes, la biografía la pueden encontrar en el nuevo dios pagano, el gran Wikipedia.

UNA OBRA EN TRES CAIDAS

Primera caída.

Ader se avienta en bicicleta a un canal en la Ciudad de Ámsterdam. Ader se cuelga de un árbol y se mantiene el mayor tiempo posible hasta que termina por caer en un río. Ader se sube a la azotea de su casa, rueda por el techo inclinado y cae al suelo y así, siguen las caídas, una tras otra, en la calle, en el bosque, en el agua.

Bas Jan Ader plantea la caída como una metáfora existencialista. El ser humano, que es libre por naturaleza, -no está diciendo que todos los hombres sean libres, sino sólo aquellos que siendo libres provocan sus propias caídas- utiliza esa libertad para provocar su propia caída y con ella caen ideologías, historias, tradiciones y hasta el alma misma, y de la misma manera, después de una caída, tiene la prodigiosa oportunidad de levantarse y para seguir cayendo.

Ader se avienta y cae, que mejor forma para expresar la libertad, decide aventarse y decide caer, es pues, su capacidad plena, su voluntad enfocada a un objetivo que pareciera un contra-objetivo.

Es muy difícil reconocer las influencias o conexiones que Ader tuvo en el tema de la caída. Muchos artistas del performance y el teatro en la década de los 60 experimentaron con caídas reales y ficticias. Podemos recordar a otra LOCA, la magnífica Yvonne Raider, cineasta que exploró el movimiento corporal y la caída como el más común de los movimientos. Recordamos también el prodigioso intento de Bruce Nauman por levitar en su estudio o la fotografía de Yves Klein lanzándose al espacio, quería volar, quería alcanzar la eternidad, y lo logró por un momento.

Ader, muestra su particularidad al expresar su carácter romántico. A él le podrían preguntar ¿y eso qué importancia tiene? Y podría responder junto con Unamuno: para el Universo nada, para mí todo. Todo ocurre en el yo, en el gran dolor individual, dolor que compartimos con el género todo –aunque haya quienes nunca lo hayan sentido-. No se muestra la exaltación de su propia destrucción, como propone Gustavo Perón, muestra el camino en su propio camino, muestra la única, la inigualable manera de sentir o padecer su propia existencia, muestra la lucha intensa que libra contra las determinaciones que más le oprimen, muestra un carácter agónico y de lucha eterna.

Segunda caída.

Melancolía y no angustia. Parece haber tenido una conversión, ya que la angustia nos impulsa a dar la pelea, la melancolía nos impulsa al recuerdo de lo que se fue y no volverá. En la serie I’m too sad to tell you, Ader se fotografía y graba llorando, es impactante la fuerza expresiva de ese minuto y medio que dura la grabación. No, no y no, La fuerza de esta pieza no radica en que no nos dice por qué está triste, la fuerza radica en que está triste, y en que en su propia e íntima tristeza nosotros podemos comulgar, convivir o compartir ese sentimiento con él. Nada de cliché trági-cómico –como escuche decir a un tío sobre la misma obra-, no, no y no. Y si es que a alguien le provoca risa o lo ve con comicidad, sin duda, no dejará de dolerle su propia risa en lo más profundo de su ser, y de la misma manera, llorará con Ader por algo que no puede decir.

Para Ader el arte no era una respuesta, fue una búsqueda y un camino, en ocasiones éste se le abría, aunque al ir por ese camino, terminara más perdido de lo que estaba al comienzo, así, se topaba a cada instante con el fracaso, con la caída recurrente en una vida constituida a base de caídas y fracasos.

The boy who fell over Niagara Falls. En esta obra se ve al artista sentado en una silla cerca de una mesa en la que está colocada una pequeña lámpara y un vaso con agua. Ader, sin mirar a la cámara lee un artículo del Reader’s Digest acerca de un niño que sobrevivió después de haber caído en las cataratas del Niagara. Ader lee la historia lentamente, haciendo breves pausas entre fase y frase para tomar un trago de agua. Cuando la historia concluye y se ha terminado el vaso de agua, se levanta y sale de cuadro. Esta obra contiene elementos que fueron importantes para Ader en la última fase de su obra: la caída, el agua, el tiempo, la normalidad y la inevitable muerte.


Tercera y última caída.

Bas Jan Ader desapareció en la realización de su última obra. A los 33 años, cuando iniciaba la segunda fase de su obra In Search of the Miraculous.

Su búsqueda lo llevó al milagro, no a la muerte, lo llevo a la inmortalidad. En busca de lo milagroso ¿por qué? Había en él, una lucha trágica, entre su corazón que le decía sí, y su cabeza que le decía no. Necesitaba creer, necesitaba que alguien le ayudara a creer, tal vez necesitaba de un milagro, y lo consiguió.

En 1975, se embarcó en un pequeño bote para ir de Cape Cod, Massachussets hasta Falmouth, Inglaterra. Decía que quería explorar los límites de la tierra, sabemos que lo que necesitaba explorar eran sus límites propios, que al fin de cuentas, son los mismos que los de la tierra, porque ¿qué sería de la tierra sin mi? preguntaba el incomprendido Pessoa.

Ader nunca llegó a donde debía, y ¿a quién le sorprende? Si siempre estuvo perdido, y fue lo que nos enseñó, estamos perdidos en un camino lleno de caminos, en donde lo único que sí tienes seguro es la caída y el fracaso, pero también tienes seguro el poder levantarte para seguir cayendo aunque nadie te vea.

No hay que imaginarnos a Ader muerto, hay que imaginarlo gozoso, continuando con sus caídas y sus fracasos, viviendo intensamente su vida o su muerte –vaya contradicción-. Hay que imaginarlo allí, junto con el escuadrón de los LOCOS que le dan sentido a esta vida de cuerdos.

Cuando se dio constancia de su desaparición, su hermano encontró en el escritorio de Bas una copia del libro The Strange Last Voyage of Donald Crowhurst, testimonio de un marinero que emprende un solitario viaje alrededor del mundo y de cómo pierde el juicio y la vida. Esto hizo suponer que Ader mismo sabía que pretendía realizar un viaje sin retorno. ¿y qué? ya lo sabíamos, nunca se puede regresar, solo la memoria nos da el consuelo de lo que ya dejamos atras, pero hay que seguir luchando junto con Ader, luchar y luchar para perdernos, luchar para caernos en ese camino llego de caminos.





Esto esta genia. Chiaaaa!!
A dónde llegaremos??


Hoy si me puse Bien-Pinche-Maldito-Metafísico-Jaja





Y es que después de leer al trágico Pascal en sus Pensamientos, y rematar con una lectura “ligera”, ¿qué? ¿ligera? Jajajajaja. Verdaderamente, este tío, más allá de la enfermedad de sus heterónimos: –por lo menos los que he podido leer- Ricardo Reis, Alberto Caeiro o Bernardo Soares, demuestra que el verdadero enfermo, el único enfermo en donde confluyen todos los demás es él mismo, el gran Fernando Pessoa.

En 1623 nace en París Blaise Pascal, el mismo que escribiera que “el yo es odioso”, y es que precisamente eso es Pensamientos, constituye una metódica guerra de desgaste en contra del yo. Más, ¿cómo convencer a ese adversario?, vago e indefinido en todo cuanto lo nomina. Porque el yo del cual yo hablo, es siempre ya, en el acto de ser nombrado, un otro. Para escapar del terror de ese laberinto, es conveniente –según Pascal- idear un otro, que garantice no ser yo. Que al ser a yo contrapuesto, garantice el ser del yo, su consistencia imaginaria.

¿Qué es el yo? Primero, una convención del lenguaje. Para dar cuenta aparente de acontecimientos dispersos, que la enunciación reúne bajo la ficción de un sujeto que permanece a través de la múltiple deriva de los predicados, es decir, un algo que permanece entre la interminable heterogeneidad de las cosas que devienen. De otro modo: ¿qué, ese extraño sujeto, al cual llamo yo y por el cual pregunto como si fuera otro?

Y es que la lectura de los Pensamientos de Pascal, así como de los Diarios de Fernando Pessoa, no nos lleva a estudiar o adentrarnos en una filosofía, sino a conocer las entrañas de un hombre desgarrado en su unidad más íntima, a penetrar en el gran dolor universal de un alma particular, de un alma desnuda, de un hombre y no de un pensamiento o una teoría. En el pensamiento 64 se dice: “No es en Montaigne, es en mí mismo donde encuentro todo lo que allí veo”. Y lo mismo podríamos decir de Pascal, “no es en Pascal, es en mí mismo donde encuentro todo lo que allí veo”, y también de Pessoa, ya que hay tantos Montaignes, Pascales, Pessoas como hombres que al leerles no se topen con la barrera de la pura comprensión del texto y vayan más allá, al sentimiento, es decir, que le sientan, que le padezcan en su mismo padecimiento, y uno padezca en el otro y el otro en el uno.

Hayyy wuey, Neta que escribo re-bonito.
Yo podré ser tonto pero escribo mejor que tú –rememorando a los clásicos-.

A lo cual, y como se ha estado haciendo costumbre, me dispuse a perder mi tiempo pensando: ¿Qué es lo que constituye al hombre? ¿Qué es lo que le da realidad ontológica? ¿Qué hace que sea lo que es? Y aún antes ¿Qué es el ser? Como exclamara Pascal.

Y aquí el problema, porque el hombre, el ser humano, no es transparente para sí mismo, mucho menos lo es para los demás, es decir, no podemos responder a la pregunta central de la antropología:
¿Qué es el hombre? ¿Quién demonios soy yo?

Los hombres somos finitos, ya que nada está totalmente revelado, porque nunca estamos ni concluidos ni terminados, porque los hombres vivimos en una tensión incomprensible entre la inmanencia, es decir, la situación dada o encontrada, y la trascendencia, la situación deseada o imaginada.

La vida es un gran misterio, nos sale al paso, nos abarca, nos tira y levanta, corre, se esconde, nos empequeñece, se mueve tan rápido o tan lento que nos es incontenible, inabarcable, incomprensible.

Y en un momento, en una circunstancia, cundo los “grandes” problemas parecen haber perdido su importancia, en un momento de extraño éxtasis, lo más insignificante cobra sentido y parece revelarse el orden de aquello que antes no lo tenía, parece que la vida abre para ti “el camino”. Después de un momento, todo parece volver a su ritmo normal, en donde no entiendes absolutamente nada.

Pero ¿verdaderamente la vida se revela ante nosotros?

Pareciera que la diferencia entre la búsqueda y la espera levanta fronteras infranqueables. Nos hemos acostumbrado a entender a la espera como una espera pasiva, y a la búsqueda como una búsqueda con un objetivo previo.

Pero qué pasaría si lo que buscamos es algo inalcanzable, además de que no conocemos “EL” camino para encontrarlo. Así, por más que busquemos, no sabemos en dónde o siquiera qué buscar. De ésta forma, la espera cobra un sentido activo, ya que si la vida se revela ante nosotros, no importa si buscamos o esperamos, la vida llegará, nos alcanzará, el camino se abrirá para nosotros, aunque sólo sea por un momento y sea –como de costumbre- demasiado tarde para aprovechar ese ínfimo instante.

¿Qué se busca o que se espera?

La finalidad es la completud, es decir, lo que se intenta es llenar un vacío o llegar al verdadero conocimiento de algo, llenar el vacío de lo que se carece o llegar al conocimiento de algo que también se carece.

Entonces ¿se busca porque se carece?

La imposibilidad de la completud pareciera que nos condena eternamente a seguir buscando o esperando, nos condena a subir la piedra a la montaña junto con Sísifo.

Así, se han ideado formas, o soluciones ante el fracaso del hombre, de manera que podemos entender la condena de forma fatal o trágica.

Si entendemos la condena como fatal, esto nos lleva a sentirnos oprimidos, sin posibilidad de salir o de luchar contra el incontenible peso de la realidad, la “salida” sería la aceptación sin más de las condiciones y las determinaciones que nos oprimen.

Si entendemos la condena como trágica, esto nos remite a una lucha, a una no-aceptación de las determinaciones del destino, de Dios, de la sociedad, de la ciencia, etc...

La tragedia contiene la posibilidad de que el hombre se constituya a pesar de las grandes determinaciones que le envuelven aún antes de nacer. Así, Hay un pequeño espacio trágico de libertad, en donde el hombre a partir de un trabajo ético de constitución de su persona, lucha en contra de las determinaciones que le molestan más.

En la tragedia, en la imposibilidad de la completud, el hombre tiene la posibilidad de constituirse de diversas formas, de ser o de dejar de ser, de cambiar, de devenir en otro. Así que la búsqueda y la espera son parte del trabajo ético-trágico de constitución de la persona, son parte de la posibilidad de constitución del hombre.

Ante el terrible peso de la realidad, ante la imposibilidad de la completud del hombre, ¿qué es lo que nos mueve o nos permite continuar?

¿Qué es lo que nos da la fuerza para continuar con la búsqueda o con la espera?

LA FE

La fe, se dice, es utópica, no es realista. “Hay que ser pragmáticos”, se dice comúnmente. La verdad única no tolera otros lenguajes que no sean el suyo. Los totalitarismos relegan la fe al reino de la simple especulación y de la falsedad. La realidad totalitaria es otra cosa. ¿Qué cosa? La realidad –dicen- son los hechos.

Así, hemos configurado todo nuestro mundo concibiendo a la realidad como si fuera un objeto que nosotros mismos hemos construido y del que conocemos su fondo, su intimidad, porque es la nuestra. Hemos construido para dominar y para llenar el vacío, y hemos logrado la ilusión de que dominamos lo diferente.

Pero únicamente a través del hombre se vislumbra el futuro y a pesar de ser finito, éste es el vehículo trascendente que se abre a la infinitud, “confianza y fe” son sus componentes: la fe abre el camino; la confianza da la fuerza para cruzarlo. La confianza y la fe nos ayudan a soportar el peso de la tragedia, a luchar contra lo más monstruoso de los monstruos, “la normalidad”.

Pero en ocasiones la fe pide sin saber qué, porque la fe es en su fondo y en su superficie voluntad. ¿Voluntad de qué? Se preguntará, y allí está el problema, porque la voluntad se debe dirigir a algún lugar, hacia algo que no hemos visto, hacia una promesa, así que es la esperanza, la que le da forma a la fe. La esperanza es la promesa y la fe es la voluntad que mueve hacia el lugar que marca la esperanza.

¿Qué nos espera? ¿Con qué nos encontraremos ahora? Imposible saberlo.

Propongo tener fe en que la injusticia que atraviesa el mundo no sea lo último, nos queda el anhelo, un deseo de que el horror terrenal no tenga la última palabra, anhelar con todas nuestras fuerzas que esto no sea lo único, ni lo último.

Y es que cuando el mundo está en crisis y el horizonte de la inteligencia se encuentra difuso y ennegrecido de grandes y ridículos peligros; cuando la razón totalitaria y estéril se retira, frustrada de luchar sin sentido, y la sensibilidad del hombre sólo recoge el fragmento, el detalle, nos queda sólo una vía de esperanza: el sentimiento, el amor, que, repitiendo el milagro, vuelva a crear el mundo y nos de la bendición de volver a estar en él.

Y al final, como al comienzo, de nuevo el yo y la búsqueda por encontrar algo que se sabe imposible. Y al final, el único posible final para una búsqueda sin objetivo posible, la muerte, estado oscuro, infinitamente incomprensible en donde pareciera que la unidad que se buscaba en vida, finalmente se restablece en la muerte.

Y aquí podemos volver al punto inicial, a la exclamación trágica de Pascal y de tantos otros: ¿Qué es el yo? El romántico Chateaubriand, ese que se desgarraba de tedio y hastío ante todo lo que se le ofrecía, dice en sus Memorias de Ultratumba que la muerte está en nosotros, en cada uno de nuestros sentimientos que desaparecen, en cada instante, que se lleva una parte de nuestro yo; ni siquiera existe un yo; somos una sucesión de seres distintos.

Así, frente a esta interminable multiplicidad de yos, sólo hay un medio para constituir un yo que permanezca, y allí en donde algunos proponen a la sustancialidad del alma y otros a la conciencia, Chateaubriand coloca al recuerdo, ya que éste nos permite reconstruir la unidad que se pierde cada que experimentamos un cambio. Así, la tragedia se hace descomunal, pues no sólo había que lograr la unidad del hombre cultural con la naturaleza, sino primero y fundamentalmente, lograr la unidad del hombre, consigo mismo.

Ésta será una memoria que permite la reconstrucción, y es que la memoria afectiva que desarrolló Proust, tiene su origen en Chateaubriand, y permite vivir, amar, padecer, ser feliz, en un solo recuerdo que recupere a todos los demás, así se puede amar en una mujer, a todas las mujeres amadas anteriormente. Así mismo, se puede vivir en un acontecimiento, todos los recuerdos que el hombre conserve aún.
Y de nuevo todo radica en el yo, en cómo conservarlo o en cómo recuperarlo.

Y al final, como siempre, no entiendo nada…


¡Me gustaría vivir para siempre, cuando menos por un instante!

Decía el gran Bas Jan Ader, aquél que fue en busca de la esperanza, porque lo que le sobraba era la fe. Y al final, ¡el milagro!

EL MALDITO WESLEY







WESLEY WILLIS, miembro honorario del escuadrón de los LOCOS, originario de Chicago, bien podría haber sido jugador de la NFL, pues el tío medía casi 2 metros y pesaba como un refrigerador lleno de Caguamones –unos 160 Kilos-. Fue autor de más de 1000 canciones, y muy atacado por aquellos esquicitos de las buenas formas, que le tachan de esquizofrénico. Pues sí, fue diagnosticado con esquizofrenia, aunque pareciera que en nuestros tiempos, esto sería casi un don divino.

Y es que en los Místicos, como Eckhart, San Juan de la Cruz, Santa Teresa de la Cruz, y otros, oír la voz de Dios era una revelación mística. Pues para el gran Wesley Willis, esto comenzó en 1989, cuando en vez de escuchar la voz de Dios, escuchaba lo que él llamaba demon voices, los malditos mochos son los que han querido ver sólo lo que ellos quieren ver, y así, han interpretado las demon voices como las voces de los demonios. También Sócrates las escuchaba, decía que todos los hombres tenían a su daimon, él lo tenía, tenía un demonio que no le decía que hacer, pero al que se dirigía cuando necesitaba un consejo. Los psicólogos, esos supuestos destructores de los mitos que nos dan vida, han cambiado el nombre del daimon, por el de conciencia –chaleee, que cosas tan desmotivadoras-.

Pues el buen WESLEY WILLIS, no sólo tenía un daimon, sino que tenía muchos, a veces se robaba a los daimons de aquellos que no los usaban, de los SANCHOPANZANEZCOS que ven molinos en donde evidentemente hay Gigantes. Así, de vez en cuando, los invocaba llamándolos por sus nombres: “Heartbreaker”, “Meansucker” y “Nervewrecker”. Daimons compañeros de toda su vida, en el 2003 WESLEY WILLIS entró al restringido espacio en donde habitan los daimons, ahora se le puede invocar a él, WESLEYY WILLIS ¡Vamos a hacer una locura!

La mayoría de las portadas de sus discos, son dibujos que él mismo hizo. Se levantaba temprano para aprovechar el día, pues tenía que vivir más, y debía aprovechar todo el tiempo posible para vivir, siempre vivir. Y allí en donde los Sanchopanzas ven locura, el gran WESLEY WILLIS veía vida, sus cuadros son muy representativos de una visión hermosa, esperanzadora dentro del caos que significa vivir en un mundo que pone a los cuerdos en el lugar de los locos, visiones de un mundo en donde él no cabía, en donde él, como otros tantos LOCOS que nos muestran el camino a través de sus propios caminos, les queda muy justo el mundo, y desean, anhelan ser más, y su anhelo, su búsqueda los lleva a la eternidad del espíritu.

En 1992, creó una banda de rock re-acá, llamada THE WESLEY WILLIS FIASCO, y a partir de allí, decenas de discos, miles de canciones en donde decía lo que muchos se callan por pena o porque creen que carece de importancia.

¿Quién no ha pensado que Mc Donalds es mejor que Burger King? Muchos, sin duda, pero sólo él lo ha dicho, ¿quién no ha pensado que Gasparín el fantasma amigable es un pinche mariketas?, sólo el gran WESLEY WILLIS. Recomiendo rolas como: Casper the Homosexual Friendly Ghost, My Mother Smokes Crack Rocks, I Whipped Batman’s Ass, Arnold Schwarzeneggar –yo ni siquiera lo puedo pronunciar, yo digo algo como: arno chuacheneger-, I Whipped Spiderman’s Ass, I Whipped Mighty Thor’s Ass, I Whipped Robin’s Ass, entre otros tantos.

Y podrán decir que siempre tocaba lo mismo, que sólo eran tres o cuatro acordes, con tres o cuatro frases, que Bob Dylan si escribe canciones que te hacen pensar y no este pobre LOCO esquizofrénico. En fin, nada que decir ante los que no saben o no quieren hacer locuras y que nunca lo han intentado por miedo. Hay una película re-undergroun –ojala que alguien me la regale-, que lleva por nombre: “The Daddy of Rock’n’Roll”, del director Daniel Bitton.

El gran WESLEY WILLIS, murió de la maldita leucemia en el año 2003 a la edad de 40 años. Recomiendo los tres discos de Greatest Hits, en donde encontrarán dichos indecibles por la mayoría de mortales.



LA MALDITA CRÍTICA A FLORENCE FOSTER




La gran Florence Foster Jenkins nació en Pennsylvania en el 1868. Estudió música desde antes de nacer –si esto es posible-, me refiero a que hay almas que parecieran haber sido privilegiadas con un don, y es que su gran deseo desde niña, fue cantar y convertirse en la mejor “prima donna” de la historia, muy pronto se dio cuenta que era casi imposible, por aquello de las malditas formas de lo que debe ser. Y pues su biografía la pueden encontrar en el nuevo dios “Wikipedia” –Manu dix-it, chale, no sé si se escribe así-.

A Florence Foster se le conoce también como “LA GLORIA DE LA VOZ HUMANA”. Esto me recuerda una crítica que leí hace algunos años, sobre la voz de las sopranos y sobre todo de las sopranos wagnerianas o dramáticas –es el tipo de soprano-mezzo, que tiene un sonido oscuro, y a la ves mezzosopranico, son las voces enormes, maravillosas, excitantes, con un centro riquísimo, graves soberbios pero cortas de agudos, aquí podemos recordar a la increíble Bigirt Nilsson-, en donde el crítico, el cual se autonombraba así: “yo como varios críticos” de ópera -ja, pobre maestro del buen gusto-, pensamos que –el nombre de una soprano- no tiene el tamaño para representar el papel principal –baaahh, basura-, porque carece de aspectos técnicos y físicos.

Qué dirían esos maestros del buen gusto, de la grandiosa Florence Foster, y es que LA GLORIA DE LA VOZ HUMANA, es precisamente esa que llega a los hombres aunque carezca de voz, esa que se trasmite con los hechos, que llega con el ímpetu, con la disposición, con el corazón dispuesto a dar la lucha ante cualquier idiota –aunque los idiotas sean casi todos-.

Ella se colocaba entre las grandes sopranos de su época, aunque los “críticos” –que calificativo tan desprestigiado en nuestros días, habría en todo caso que recuperarle- la apabullaban, la tachaban de loca, la destrozaban y la consideraban como un payaso de las salas de ópera. Pobres críticos Sanchopanzanezcos, que veían molinos en donde había gigantes.

Son evidentes las diferencias entre María Callas o Bigirt Nilsson ante Florence Foster, las primeras, grandes sopranos entre las grandes sopranos, la otra, Florence Foster, LA GLORIA DE LA VOZ HUMANA, grande mujer entre los grandes hombres, lleva el grito, el anhelo, la lucha de cualquier gran hombre ante la imposición, pelea ante la idiotez, y así, gana su lugar, gana su inmortalidad, no por un don físico, sino por un don espiritual que no se le regala, sino que tiene que ganar luchando siempre.

Aun hoy causa risas, pero ella las disculpa, pues no vale la pena pelear ante los que ríen para desesperadamente ocultar su ignorancia. Florence formaba parte de ese escuadrón de LOCOS que tienen por lema lo que alguna vez dijo Florence: "La gente puede decir que no sé cantar, pero nadie podrá decir nunca que no canté".

Florence murió a los 76 años, y aunque hay teorías que afirman que los 32 años de carrera de Florence fueron sólo una broma, a mi parecer, ella vivió, murió y seguirá viviendo con el mismo convencimiento, fe en la lucha y caridad hacia los idiotas que sólo ríen.


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